Estoy en la orilla, y las palabras que tengo para decirte, se amontonan llenas de ternura. Llega el recuerdo de tu sonrisa, tu risa, y todo lo feliz que siempre me has sabido hacer. Nadie podrá arrebatarme este sentimiento tan hermoso.
Mi mano tiembla al imaginarse sobre la tuya, sobre tu piel… La fuerza de tu mar inunda mi alma, siempre, sin dejar de anegarme cada instante.
Sakkarah Azul