Llego a ti tarde, cuando de amar tanto, tu fuente se agota, se aferra a la costumbre. Llego a un mar impermeable, que ya no refleja mis ojos.
Todas las sirenas ya fueron amadas, y no encuentra sitio entre los azules del océano, la mujer de los bosques.
Mi piel ha esperado la caricia a través de los años, y ellos arrastran la juventud y la inocencia.
También imaginé los besos, y me senté en la arena; pero la brisa me hizo invisible a tus sentidos.
Hoy me sostienen las suaves caricias de quienes me sueñan, y camino hacia mis bosques, dejando al mar con sus embates por el que las sirenas se estremecen y transpiran.
Ya no me siento infeliz, añoro el eco del amor entre los árboles, y a su amparo camino.
Misterio Azul
Lo importante es que llegas, ya igual que sea tarde. Un beso.
ResponderEliminarSí, Amapola, lo importante es llegar y conocer... Muchos besos.
EliminarBella prosa poética.
ResponderEliminarLlegar tarde al amor siempre es doloroso.
Un abrazo.
Sí, es mejor llegar a tiempo...
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Siempre es preferible llegar tarde que no llegar, pues aunque se llegue tarde existe una posibilidad de conseguir lo que se persigue.
ResponderEliminarsaludos
Sí, es cierto, Jose.
ResponderEliminarMuchos besos.
Tarde nunca es, tan sólo siente el querer estar y eso es lo que importa, nunca es tarde, lo digo siempre y sé que en el fondo es la verdad. No dejes de perseguir tus sueños, lo digo por todos y me incluyo yo misma.
ResponderEliminarBesos!
No dejaré de hacerlo... :)
EliminarMuchos besos.
Misterio:
ResponderEliminarLa damita de los bosques comprendió, al fin, dónde debía buscar su amor verdadero y abandonó su quimera.
¡Cuántos buscan, donde no deben, aquello que los esperó siempre!
Buena historia, más frecuente de lo que imaginamos.
Buen fin de semana.
Besos.
Espero que lo estés pasando bien, Arturo.
EliminarMuchos besos para ti