Se respira sereno en la habitación. La luz, reflejada en la ventana, reposa inerme, sin defenderse de las sombras. Mi piel, aun morena, trae recuerdos de una ilusión lejana.
Siento frío, pero no llevo prisa en ninguno de mis movimientos. Lo miro todo como el que nada posee. Siento la libertad que da un total vacío.
Ya no hay nada que me pueda vencer, nada contra lo que luchar, ni nada por lo que combatir. Han muerto los deseos, duermen en la quietud del alma. Me siento flotar.
Cierro los ojos, y no veo el caleidoscopio de color. Escucho el sonido de las olas que se alejan, como si estuviera olvidada en una orilla del mar. Allí, los ojos ciegos no ven el horizonte.
Misterio azul
Ojalan vuelvan los deseos y se cumplan algunos.
ResponderEliminarA veces se está mejor sin ellos... :)
EliminarBesos, Demiurgo.
Después de llegar al fondo solo queda subir, como dice Serrat en su canción. Las ilusiones volverán y los deseos se convertirán en realidad.
ResponderEliminarCariños...
P.D: bella imagen.
Me alegra que te haya gustado la imagen.
EliminarCariños y besos, guapa.
Esperemos que vuelvan pronto y se pueda ver una luz en las tinieblas.
ResponderEliminarSaludos
Si no... pues no pasa nada :)
EliminarBesos.
Nunca deben faltar los deseos, porque la ausencia de ellos significa que no hay nada que sentir.
ResponderEliminarDulces besos para desear.
Ya... Pero a veces el que no siente es más feliz... :)
EliminarDulces besos para ti, muchos.
Aquel que no siente no está vivo.
EliminarUn dulce beso más.
A veces se tiene serenidad cuando no se la desea, cuando se quiere cierta inquietud.
ResponderEliminarSí, se necesitan inquietudes; pero... la manera de nunca pasarlo mal es con la quietud...
EliminarMuchos besos.
A veces no hace falta ver el horizonte, nos basta con sentirlo, inalcanzable, lejano, pero siempre presente, siempre invitándonos a ir un poquito más alla, paso a paso, sin prisa, pero sin tregua, porque allí, en el horizonte se refugian los deseos perdidos.
ResponderEliminarBesos
Me gusta como lo describes, Narci... Precioso, aunque quizá los deseos que se pierden, se pierdan para siempre...
EliminarMuchos besos.