Sublime cuando sentía tu capacidad de emoción. Hombre de inigualable talento intelectual. No hubo nada en ti a lo que yo no prestara atención. Eras tan de verdad, tan noble como la madera de los árboles que adoro.
Estoy en la oscuridad, al otro lado de tu inestimable compañía. Me falta todo, pero yo nunca sería capaz de recordarte que siempre estuve a tu lado, ni te diré, aunque lo sepa, que siempre estaré esperando. No quisiera esclavizarte a un sentimiento de culpa. No quisiera que entregaras tu nobleza en aras de ser leal a un compromiso.
No me gusta la palabra compromiso, nunca lo hubo entre nosotros, y tampoco te ataría nunca a la eternidad de mi amor.
Eres libre y te siento esclavo; pero a ti te gustan las ataduras de agua.
Mi alma vuela libre, triste, sola; pero libre. Desde aquí te admiro atado a esa orilla a la que siempre desearás cruzar, esclavo del desahogo.
Y bato mis alas para no ver más la escena triste a la que has sucumbido con fidelidad.
Misterio azul
Gracias por asomarte y quedarte en mi blog, he ojeado el tuyo y me gusta, con tu permiso me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra mucho que te quedes, Emilio :)
EliminarUn beso grande.
Mejor un compromiso entre un ojetivo y la respuesta a un gran amor, besos
ResponderEliminarEl amor en sí compromete, pero sin decirlo, sin recordarlo, sin forzar...
EliminarMuchos besos.
Lämmin kiitos Vierailustasi blogissani.
ResponderEliminarUpea satumainen maalaus, uni maailma.
Muchas gracias a ti, por tus palabras y por venir...
EliminarMuchos besos.
En verdad que razón llevas uno se puede sentir esclavo de sus sentimientos por no poderlos llevar a cabo, eso ocurre muchas veces en el devenir de la vida.
ResponderEliminarSaludos
Eso pienso, Jose... Gracias.
EliminarMuchos besos.