Las manecillas del reloj pasan lentas. La espera está
cargada de ilusión, hay amor.
Al llegar la hora, el corazón late con más fuerza, expectante.
Es el tiempo de la caricia en la distancia.
Una voz distante, algo seca, resuena en el oído. Una
conversación forzada. Un desplome de
estrellas en el interior, una toma de tierra árida.
Te das cuenta que algo ha muerto, y sabes que estas cosas ya
no son recuperables. En tu ser están todas la luces encendidas, al otro lado se
fundieron los plomos.
El desencanto, atento, guarda silencio. Da su primer paso.
Misterio azul
En contra del desencanto puede surgir en cualquier momento su hermano mayor "El encanto"
ResponderEliminary ver que la vida es un gran encanto.
Saludos
Sí, Jose, hay encanto y desencanto, cualquiera de los dos puede aparecer...
ResponderEliminarUn beso.
Mara Azul:
ResponderEliminarTriste es darse cuenta del fin de aquello que fue amor.
Lo has descripto muy bien.
Besos.
Sí... Es algo muy triste, Arturo.
EliminarMuchos besos
Un tiempo acaba y otro se inicia, uno nos causa desencanto y el siguiente puede ser todo lo contrario, como las manecillas del reloj que jamás se detienen, la vida siempre continúa adelante. Hermoso pensamiento, y hermoso es poder leerte.
ResponderEliminarBesos!
Gracias, me alegra siempre tu visita. A ver cuando vuelves a regalarnos tus escritos...
EliminarMuchos besos
Lo haré, seguro que lo haré, pero necesitaba este lapso de descanso para mis cosas, por eso disfruto visitándote.
EliminarBesos!
:) Besos, me alegrará leerte de nuevo.
ResponderEliminarUna etapa termina quizá , continúa el proximo camino puede ser encantador.
ResponderEliminarMe agrada como lo dices. Besos