Mis dos almas se despliegan para dejarte en medio. Allí tu atiendes, ora la maliciosa, después la angelical. Y yo guardando el equilibrio para que no se rompa el fino hilo de seda que te ata a mi corazón.
Siempre hay una tercera voz que me hace alertar; entonces el corazón se detiene queriendo guardar silencio, intentando escuchar, y escucho mientras la noche va cayendo sobre mis ojos como lágrimas negras, invitando a una somnolencia que no quiere despertar.
La fuerza de la seda que roza mi piel, aviva mi sentido de mujer. Me crezco, como se crece la espuma si la atrapan en cáliz. Subo errática en el pensamiento hasta retomar el hilo que no se quiebra, que resiste como cadena de eses forjada en oro macizo. Mi amor.
Misterio azul
Bella Cadena, Besos.
ResponderEliminarNo la sueltes. Un abrazo.
Muchas gracias, Amapola. Lo de no soltarla es más difícil...
EliminarUn beso.
Una cadena que ata al amor de una forma ambigua, así es el amor.
ResponderEliminarMuy bueno!!!
Cariños....
Sí, Oriana, el amor es complicado y caprichoso.
EliminarUn beso.
Dos besos, preciosa. Uno, de espuma de seda; otro, de áureas eses encadenadas.
ResponderEliminarOtros dos besos así de bonitos para ti. Me alegra verte. :)
EliminarTodo es equilibrio en la vida y también en el amor.
ResponderEliminarEstoy leyendo Demian de Herman Hesse, una novela donde las dos almas son protagonistas constantemente.
Saludos Misterio.
Pues no lo sabía, pero lo tendré que leer :)
EliminarUn beso, Jerónimo.
Y siempre en equilibrio. Besos¡¡
ResponderEliminarSiempre...
EliminarUn beso.
Angelical y maliciosa, que interesante.
ResponderEliminarjajaja, todos tenemos un poco de todo.
EliminarUn beso.
Así es el amor,unas veces con una infinita fuerza que no hay quien esos lazos los rompa,y otras veces frágil como el cristal.
ResponderEliminarSaludos
Sí, Jose, y cuando es frágil se rompe fácilmente.
EliminarUn beso.