lunes, 22 de julio de 2013
Suena el acordeón...
Suena el acordeón y el pensamiento vuela. Mi ilusión por ti lleva una capa roja, choca contra un muro impenetrable Y no sabe descifrar las respuestas.
Remonta el vuelo con el tono apagado, se adentra en el mar siguiendo la ruta de los barcos. Le acechan las tormentas mientras penetra los fondos marinos. El color indefinido tras la transparencia de las aguas, no le da respuestas.
Llega el retorno triste, ya no hay esperanza, ya no hay preguntas. Habla la vida y las cosas, cuando tienen algo que decir. No hay que mover los aires, nada vendrá.
Es lo que hay, así te quieren, has de tomarlo con amor.
Misterio Azul
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¡Qué cierre tan bonito! Te apropias del lenguaje común, de la expresión llana coloquial y la cubres con el velo literario del giro sorprendente; compones, así, como Benedetti, como Ángel González..., como Sabina.
ResponderEliminarDonde se espera la calma, la tranquilidad, acaso el estoicismo, tú pones el amor: "Has de tomarlo con amor".
¡Bravo!
No me merezco lo que me dices, peo me hace tanta ilusión...
EliminarMil gracias, eresprecioso!
Mucos besos.
Y andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final, hasta el final del corazón donde lo tomaré con amor.
ResponderEliminarPrecioso!!!
Cariños...
Preciosas tus palabras, Oriana...
EliminarMuchas gracias.
Cariños y besos para ti, muchos.
Tomar con amor y recibir con entusiasmo, sobre todo para suplir posibles carencias.
ResponderEliminarBesos
Sí, hay que tener entusiasmo...
ResponderEliminarMuchas gracias, por comentarme.
Mil besos.
Los retornos tristes siempre dejan un sueño y es esperar que la tristeza se convierte en alegría y pueda en el corazón anidar.
ResponderEliminarSaludos
Qué bonito, Jose, ojalá...
ResponderEliminarMuchos besos.