Planas caen sobre mí las estrellas de
la noche, destruyéndome.
Muda, ya no puedo articular palabra.
Las letras, invisibles a toda mirada, sólo pueden reflejarse en mis ojos. Sorda
a la vida. En un rincón, en cuclillas, con los oídos tapados, y entornados los
ojos. Así hasta que pase, que corra.
Creces inmenso hacia universos a los que yo ya no
alcanzaré a asomarme.
Habrá quien encuentre la luz de tus
besos. No quiero mirar, no puedo permitir
que mi corazón se avergüence de mí, de mis derrotas.
Se abrirán las puertas de tu morada, y
pondrás mullidos cojines, acogedores. Yo mientras dormiré en la estera de la
nada.
Misterio azul
A veces es necesario dormir. Un beso.
ResponderEliminarDescansa. Hay mucho más que nada.
Abrazos.
No saber, no intuir, no pensar.
ResponderEliminar"...y en la calma profunda y transparente que invadirá tu cuerpo de ese modo, sentirás el latido enamorado, con que tu corazón recuperado, te irá diciendo todo, todo, todo"
Dormir en la estera de la nada, hay un tiempo para todo, este es tiempo de dormir.
Un abrazo fuerte
Suele pasarme que las letras, las palabras que necesito, se vuelvan invisibles para mí
ResponderEliminarY que lo deseo parezca estar en otros universos.
Muy logradas metaforas.
Ningún corazón ha de sentir vergüenza si ha sido capaz de amar.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte. Dulces besos.