jueves, 3 de octubre de 2013

En la colina

En la colina distante, las nubes se hacen ojos. Negros como la amargura no descansan; son vigías en el aire que protegen la colina de otros pasos. Ojos que no han calado como lluvia en ella, y son amargados algodones adyacentes.

Tiene un escudo de piedra que no se tambalea, y unas alpargatas rotas quedan al pie, acostumbradas a los valles.

Los espíritus danzan haciendo la noche. Se ciernen como oscuridad, opacando la luz. Hay un río navegable para huir, pero la atalaya del pensamiento se mantiene firme.

En la angostura cercana se mantiene la hierba verde, y hay pestañas que velan los sueños, y amparan una dosis de humedad en el iris.



Misteriosa

8 comentarios:

  1. El dolor quiere hacerse a un lado, la belleza de la vida está ahí a la espera de ser vivida, pero no siempre resulta fácil, no lo es a pesar de que continuamos danzando al ritmo de lo que nuestra vida impone.

    Besitos!

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  2. Sí, no es muy fácil...

    Muchas gracias y muchos besitos.

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  3. La foto preciosa pero sensual es el bellísimo relato que nos regalas.

    Saludos

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  4. Que lograda metafora que equipara nubes y ojos. En las nubes hay agua. Y en los ojos puede haber lagrimas, lagrimas de dolor, de alegría, y lagrimas que protejen los ojos de algunas amenazas exteriores. ¿Serán las emociones una forma de protección?

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    1. No creo que las emociones protejan...

      Muchas gracias por tus palabras.

      Un beso.

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  5. Bella prosa inspirada por un paisaje de ensueño.Y es que en la naturaleza está contenida toda la poesía, solo es cuestión de saber apreciarla.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Cierto lo que dices, en la naturaleza está todo...

      Muchas gracias. Un beso grande.

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