Se inclina el árbol a derramar el rocío.
Abajo, medito y me empapo de vida.
Este inmenso bosque no se abre a una explanada.
En ti busco la reverberación de la belleza a la me hallo asida
Y hallándola no te miras en mis ojos.
Luceros son que sólo me acompañan en el sueño.
En el día tormenta que agita constantemente los cimientos.
21-1-2008
La belleza está en vos, no en el otro.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Alicia por darme ese punto de mira :)
EliminarUn beso.
Hola, bonito poema y preciosas imágnes.
ResponderEliminarTe felicito.
Saludos
Muchas gracias, Asun.
EliminarUn beso
Bella tormenta la de tus palabras, enhorabuena misterio. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Amapola :)
ResponderEliminarMuchos besos.
Es que el amor como bien sabes es ciego,y el pobre no sabe aún lo que es amar y ser amado,cundo te descubra ya verás como con ese corazón disfrutarás.
ResponderEliminarSaludos
:) Lo puede saber y amar a otra...
ResponderEliminarUn beso.
También dejo huella por acá. Tus palabras tienen magia, es grato recorrer tu sitio.
ResponderEliminarUn abrazo.